Este año me ha tocado ser monitora de las cheerleaders mayores, estas son niñas de 9 a 13 años. Además he sido la encargada del tiempo de música y baile que ocurre al finalizar el día. Por tanto, he tenido que aprenderme bastantes canciones y bailes no sólo para enseñárselos a las animadoras, sino que también al resto. Aunque la mayoría del tiempo he sido la única monitora de este grupo, ha habido momentos en los que otros monitores me han ayudado de alguna forma, y hemos podido trabajar en equipo. Un ejemplo de esto es el baile que aprenden todas las animadoras. Al final de la semana, todas las animadoras exponen su baile en un partido de baloncesto entre los profesores y los niños y niñas de los grupos de baloncesto, para ello no tengo que enseñarle el baile sólo a mi grupo sino que también al grupo de las animadoras más pequeñas.
Por otra parte, estar, cuidar y controlar a un grupo de niñas de entre 9 y 13 años no es fácil. Tenía que tener planeado cada día de manera que podía estar segura de qué hacer en cada momento y proponer actividades que gustaran y animaran a las chicas a participar. Esto significa planificar cada día con antelación y hablar con otras monitoras sobre ideas y actividades que se podían hacer con las chicas.
Aunque sólo estaba con ellas dos semanas, tenía que ser alguien en quien podían confiar y hablar. Por tanto, dediqué ciertos periodos a charlas en las que se hablaba de lo que a ellas les importaba y de lo que ellas pensaban acerca de ciertos temas. A mi parecer estas chicas estaban en una edad clave, muchas estaban en la adolescencia, en la etapa en la cual descubren quienes son. Por tanto discutir sobre temas como la perseverancia y la verdadera amistad o sus opiniones hacia ciertas situaciones son una manera de que puedan reflexionar acerca de lo que creen y de su identidad.
Trabajar con niñas y adolescentes siempre es difícil, y al terminar el día, a las 2 y media todos los monitores estábamos muy cansados. Sin embargo, es entonces cuando teníamos que recoger todo y guardarlo dentro de lo que sería el comedor del colegio. Es entonces cuando nos reunimos todos los monitores y hablamos de las dificultades que hemos tenido y de las cosas que se pueden mejorar.
En esta semana he podido trabajar en equipo y ver cómo cuando trabajábamos colaborativamente todo se hacía más rápido y éramos más eficientes. También y planificado y comenzado experiencias CAS, cada día de lunes a viernes. He adquirido habilidades en cuanto a la danza, ya que aunque puedo bailar un poco al hacerlo todos los días he mejorado y he sido capaz de enseñar a las animadoras una coreografía. Por otra parte, he desarrollado mi creatividad y originalidad ya que he inventado alguna coreografía de los bailes y canciones del final. Además, al considerar las emociones y la situación de cada chica en mi grupo y ayudarlas he podido ver la influencia que tenía sobre ellas y he intentado aprovecharla para fomentar la empatía y la solidaridad, valorando así las implicaciones éticas de mis actos cuando estaba delante de ellas.
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