No pienso que lo que hago sea arte, ni en cuanto a música ni en cuanto a las mandalas que hago de vez en cuando. Sin embargo, sé que estas actividades me ayudan a relajarme y a centrarme en otras cosas que no sea mi día a día. Hay personas a las que el deporte les da esta oportunidad de relajarse y otras que meditan para conseguirlo.
Cuando veo esta mandala recuerdo que aunque tenga muchas cosas pendientes siempre puedo parar y descansar, tomarme un respiro antes de acabar la carrera. La verdad es que la elaboración de esta mandala fue algo espontáneo, fue consecuencia de algún examen que tenía. Y, aunque no es nada complicado ni enrevesado me parece bonito, al igual que el concepto de este tipo de mandalas que nunca sabes cuándo terminarlas, ¿llenas toda la página? A veces se puede pensar que son infinitas, que si tuviese más papel seguiría añadiendo más pétalos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario